El mobiliario básico para la habitación de nuestro bebé se compondrá de las siguientes piezas: -
La cuna: encontramos multitud de modelos según los materiales con los que han sido fabricadas, la forma, su multifuncionalidad o su estructura.
Cunas de barrotes de madera, tipo corral, colgantes, adaptables, plegables… un sinfín de posibilidades cuya importancia radica en alcanzar el descanso máximo de los pequeños.
La seguridad de éstos también es básica, por eso, nos aseguraremos que la separación entre barrotes no sea de más de 6 cm. Además, colocaremos en la parte interior de la cuna un protector o chichonera, que evitará posibles golpes. La base de la cuna podrá subirse o bajarse, igual que los barrotes, esto nos permitirá adecuar su altura según el niño vaya creciendo, impidiendo que pueda saltar o caerse.
El armario: si bien durante los primeros meses no necesitaremos mucho espacio para sus ropitas, éstas irán aumentando en volumen y número conforme nuestro pequeño vaya creciendo. De ahí la necesidad de contar con un armario grande, capaz de albergar todas sus pertenencias.
El cambiador: se trata de un elemento indispensable para nuestra comodidad a la hora de ocuparnos de la higiene de nuestros hijos, si bien suele ser una pieza con fecha de caducidad. Por eso, en los últimos tiempos hemos visto cómo han surgido ideas para esta función.
Optar por muebles en colores claros (blancos, crudos, maderas suaves…) puede ayudarnos con la posterior decoración del espacio. Resultarán mucho más fáciles de combinar y más perennes.
A partir de los dos años, cuando el niño sea un poco más mayor, necesitará una cama (adaptable o no) con un colchón duro y firme que, además de garantizar su descanso, le permita apoyarse para subir a ésta con facilidad. A partir de ese momento, muebles como una mesa y unas sillas serán necesarios para que el niño aprenda, juegue, se divierta y se desarrolle.
Baúles, canastillas y más complementos de almacenaje: canastillas, cestos, baúles, cajas con ruedas… cualquier elemento es bueno si nos permite un almacenaje extra para las pertenencias de los pequeños que, poco a poco, irán en aumento. Estos complementos pueden ser decorados o “vestidos” con telas a juego del resto de decoración.