Existen diferentes formas. Si eres una persona habilidosa, lo ideal es que realices un boceto con el tipo de creación que estás dispuesta a plasmar sobre las paredes y hacerla tú misma. Te sentirás muy orgullosa y, además, estarás segura de que no existe ninguna igual. Se pueden pegar y despegar con facilidad.
Las paredes con sus personajes favoritos
Pero si no tienes especialmente desarrollada tu capacidad artística también puedes elegir diseños de plantillas para crear dibujos o decantarte por la última moda: los vinilos que se pegan en la pared.
Si tu hijo ya es algo mayor, seguramente tendrá sus preferencias en cuanto a personajes y dibujos animados que ven en la televisión. Déjale que te ayude a elegir el motivo con el que se cubrirán las paredes de su cuarto.
Durante algunos años las modas de las cenefas infantiles daban un buen aspecto a las habitaciones de los niños. Sin embargo, con los murales la sensación es mucho más divertida y con un aspecto mucho más actual.
A tener en cuenta: la decoración de las paredes debes tener cuidado, ya que si el espacio de la habitación tiene demasiado mobiliario ésta puede resultar recargada y no permitir la visibilidad de los dibujos que la decoran.
Cuidado con los tonos de las paredes
El mural no es necesario que ocupe toda la pared, puede ir en la parte superior, en la inferior, intercalando una pared sin dibujos y otra completa o pegado prácticamente al suelo para que el niño pueda usar los dibujos como un elemento más de diversión e integrarlo en el juego.
Otro detalle que debes tener en cuenta es el color de la pared sobre la que irá el dibujo, de lo contrario estará recargada en exceso. Por eso lo ideal es utilizar los colores crema o los blancos como fondo para los murales.
La ventaja de este tipo de decoración es que resulta económica pero de lo más original. Seguro que tus hijos estarán encantados de que su habitación sea el escenario de un cuento donde echar a volar su imaginación
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