La habitación de un niño es el lugar perfecto para inventar mil y una aventuras. Unas veces, su cama se convertirá en un barco pirata en el que vivirá grandes fantasías. Otras, trasformará su habitación en un castillo de leyenda para proclamarse rey de su propio universo de sueños. Aportar un toque de fantasía a las paredes de su cuarto a través de la pintura decorativa fomentará su ilusión e imaginación.
Crear un ambiente infantil partiendo de dibujos llenos de ternura, es un guiño a la diversión. En función de la edad de tu hijo, se usarán colores más o menos intensos, que no enturbien su descanso, pero que les animen a ser más vitales. La colección de motivos que puedes reproducir en su alcoba es inmensa: desde animales o flores hasta los personajes de sus series favoritas.
Aquí algunas fotos:
Fuente: Webdedecoracion