Si quiere tener un lugar tranquilo para trabajar ya que no cuenta con privacidad a su alrededor, la diseñadora Sophie Kirkpatrick tiene la solución: un escritorio con capucha, que puede quitarse o ponerse solo con una maniobra de mano como jalar hacia abajo o subir la capucha cuando lo desee y asi concentrarse en su trabajo y desconectarse del mundo que lo rodea.
La diseñadora está estudiando el desarrollo del concepto y en la actualidad está en la búsqueda de financiación para hacerlo.