Se llama Giddy up y es una réplica de la silla pony que Eero Aanrio había diseñado a principios de la década de los setenta, complemento perfecto para un cuarto de juegos de los niños, también se puede incluir si disponemos de espacio suficiente en el dormitorios infantil o incluso en el salón, es divertida para jugar, decorativa para ambientar, un poco cara, eso sí... Como suele suceder en este tipo de artículos de diseño.
Los hay en cinco colores, turquesa, verde, magenta, naranja y rosa claro, opciones suficientes como para que no tengamos problemas en coordinar con las tonalidades del cuarto. Como se puede apreciar en la imagen es bastante grande, por lo que cobrará gran protagonismo en la estancia en la que la coloquemos, así pues la elección de un color acertado es importante.
Como inconvenientes, decir que la utilidad es escasa, ya que no se trata de una silla funcional que pueda servir para leer, dibujar o hacer los deberes, sino simplemente de un complemento decorativo y para el relax, por eso al ser grande, ocupar bastante espacio y costar algo más de quinientos euros, es seguro que serán pocos los que se decidan a comprarla, aunque es verdad que hay gente con sitio y dinero para hacerlo y que tratándose de algo para los niños siempre acabamos gastando más.